Cáncer de esófago

Es una enfermedad que se produce por el crecimiento descontrolado de células en el esófago, un tubo que va desde la garganta hasta el estómago. Los dos tipos más comunes son el adenocarcinoma -originado en las células glandulares del esófago, más propio de su parte baja y la unión con el estómago- y el carcinoma de células escamosas -que se desarrolla en la parte alta y zona cervical-.  Se trata de una patología más frecuente en hombres que en mujeres, mayormente a partir de los 60 años.

  • Enfermedad de reflujo gastroesofágico: la acción prolongada del ácido estomacal en la parte baja del esófago favorece el desarrollo de una condición llamada Esófago de Barret, por la cual el epitelio que recubre el esófago sufre cambios que pueden derivar en el desarrollo de un cáncer.
  • Obesidad.
  • Tabaquismo.
  • Consumo de alcohol.
  • Ingesta frecuente de líquidos muy calientes.
  • Escaso consumo de frutas y verduras.
  • Enfermedades genéticas poco frecuentes como tilosis y síndrome de Plummer-Vinson.

El cáncer de esófago no suele presentar síntomas hasta que se encuentra en etapas avanzadas. Estos incluyen:

  • Disfagia: dificultad para tragar, inicialmente sólidos y luego incluso papilla y líquidos.
  • Dolor, malestar o ardor en el pecho.
  • Pérdida de peso.
  • Tos.
  • Ronquera.
  • Historia clínica y examen físico.
  • Endoscopía: utilizando un tubo flexible, se inserta una cámara para buscar signos de cáncer y, si es necesario, recoger una muestra de tejido para examinar al microscopio y determinar si hay presencia de células cancerosas (biopsia).
  • Endosonografía: durante la ecografía puede introducirse una sonda de ecografía que capta imágenes de la pared del esófago.
  • TAC de tórax, abdomen y pelvis: una vez confirmada la enfermedad, se realiza para determinar su nivel de avance y la etapa en la que se encuentra.
  • PET/CT: se utiliza para descartar metástasis a distancia y evaluar respuesta a los tratamientos con quimioterapia.
  • Estudio anatomopatológico: el análisis de la biopsia obtenida permite determinar el tipo histológico y características de la enfermedad. Si se trata de un adenocarcinoma, pueden realizarse también pruebas de inmunohistoquímica o FISH para determinar si se trata de un cáncer HER2-positivo, más agresivo.  
  • Resección endoscópica: en etapas iniciales del cáncer esófago es posible extirpar el tejido canceroso mediante endoscopía.
  • Cirugía: es el pilar del tratamiento. Consiste en la extirpación del esófago involucrado (esofagectomía) y los ganglios linfáticos cercanos, y la posterior unión de la parte sana con el estómago.
  • Radioterapia: para reducir el tamaño del tumor y así posibilitar la intervención quirúrgica, o como tratamiento principal en caso de que el cáncer no pueda extirparse debido a su localización. A veces se utiliza en conjunto con quimioterapia.
  • Quimioterapia: puede utilizarse para eliminar posibles restos de cáncer tras una cirugía, para reducir el tamaño del tumor y así posibilitar la intervención quirúrgica o en caso de que el cáncer no pueda extirparse debido a su localización. También se administra en casos de cáncer avanzado para aliviar dolor y síntomas. A veces se utiliza en conjunto con radioterapia.
  • Inmunoterapia: se usa en forma posterior a la cirugía en pacientes seleccionados. 

INCIDENCIA Y MORTALIDAD

Incidencia: En Chile se diagnostican al año alrededor de 700 casos nuevos de esta enfermedad. (Fuente: International Agency for Research on Cancer, Globocan 2020).

Mortalidad: En Chile, más de 600 personas fallecen cada año por causa de esta enfermedad. (Fuente: International Agency for Research on Cancer, Globocan 2020).

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