Karla Moraga, diagnosticada con cáncer de mama en 2020, justo durante la época más dura de la pandemia por COVID, conoció este cojín terapéutico con forma de corazón tras llegar a un grupo de WhatsApp de pacientes de España, lugar en el que se le conoce como “Proyecto Micky”, por el apellido de la enfermera que popularizó esta almohada que nace en EEUU en 2001 y que ha sido popularizada en Europa por sus beneficios.

“El cojín corazón alcanza justo debajo del brazo, permitiendo que descanse, pero además relaja el cuello, los hombros, aleja el brazo de la mama operada, reduciendo así las posibilidades del linfedema, que es uno de los potenciales efectos secundarios después de la mastectomía, entonces, es altamente terapéutico a nivel físico”, dice Karla.

Motivada con que más mujeres tuvieran acceso a este cojín, Karla consiguió el modelo base y lo adecuó, confeccionándolos de manera artesanal en un taller con la idea de regalarlos a otras pacientes y así poder acompañarlas en su proceso. De esta manera parte su proyecto “Cojín con Corazón”, una iniciativa sin fines de lucro en el que recibe solicitudes por parte de pacientes y donaciones para continuar con esta bonita labor. 

“Partí con ganas de contribuir en el camino de mis compañeras, pero la verdad es que he recibido mucho más de lo que he ido entregando”, cuenta.

Con el apoyo de la Unidad de Terapias Complementarias de FALP, Karla ofrecerá este año un taller mensual en el que se busca enseñar a confeccionar este cojín, para luego regalarlo a otras pacientes con cáncer de mama, expandiendo así la solidaridad, y entregando un elemento sumamente útil para las pacientes en su proceso de recuperación.Si quieres saber más o te gustaría participar del taller mensual, escribe a terapiascomplementarias@falp.org o al Wsp +569 9408 6134. Cupos limitados.

Para conocer el trabajo de Karla, puedes visitar su Instagram: https://www.instagram.com/cojin_con_corazon/