Diagnóstico oportuno: Las señales que alertan sobre el cáncer de cabeza y cuello

Disfonías prolongadas, dificultad para tragar, úlceras, manchas en la piel o inflamaciones en el cuello pueden ser síntomas de esta patología que se está presentando con mayor frecuencia que antes en menores de 40 años.

Cada año, entre 400 y 500 chilenos fallecen a causa de tumores ubicados en zonas de la cabeza y el cuello. Y aunque no se trata de los cánceres más mortales, representando alrededor del 5% de las muertes por esta enfermedad, estos tumores afectan en forma importante la apariencia y calidad de vida, y además se están presentando con mayor frecuencia en menores de 40 años.

El Dr. Luis Marín de Amesti, cirujano de cabeza y cuello y subdirector médico del Instituto Oncológico FALP, explica que el grupo de tumores de cabeza y cuello comprende desde la cavidad oral y faringe, lengua, boca, labios y mandíbula, faringe, glándulas salivales, amígdalas, glándula tiroides, senos paranasales y esófago.

De ahí que los síntomas de cada patología sean diversos. No obstante, existe un denominador común respecto a la sobrevida cuando se detecta en etapas precoces. Se estima que alrededor del 80% de los cánceres de cabeza y cuello tienen buen pronóstico. “Son tumores de desarrollo locorregional que en escasas oportunidades desarrollan metástasis a distancia”.

El problema -recalca el especialista- es el grupo de pacientes que no conoce su cuerpo y/o minimiza los síntomas, acudiendo tardíamente al especialista. “Si una persona presenta una disfonía que le dura más de 15 días ya no es algo normal o esperable y debe consultar, mientras que un ganglio inflamado en el cuello debe ser motivo de consulta siempre. Tanto los médicos generales como los odontólogos pueden realizar el diagnóstico inicial”.

Basta con diez minutos frente a un espejo y tocar el cuello buscando masas o tumores. Luego es importante revisar los labios y la cara interna de las mejillas, revisar encías, la lengua, paladar, amígdalas y garganta usando una linterna o luz directa. Las lesiones a la piel que cambian de forma o que sangran son signo de alarma.

“Si encuentra áreas irregulares, anormales, cambios de color, úlceras o masas que son diferentes comparados con el otro lado de su cara, o lesiones en la piel, debe consultar a su médico o dentista para evaluación”.
Dr. Luis Marín de Amesti,
cirujano de cabeza y cuello y subdirector médico del Instituto Oncológico FALP.

 

Tabaco, alcohol y Virus Papiloma Humano

Los carcinomas de cabeza y cuello poseen como principales factores de riesgo el alcohol, el tabaco y la infección por Virus Papiloma Humano (VPH). Todos estos factores pueden actuar por separado o en forma conjunta.

El virus del papiloma humano se ha convertido en el tercer factor de riesgo de cáncer de cabeza y cuello, debido a la multiplicidad de parejas sexuales y a la práctica del sexo oral.

En pacientes en que se logra identificar el VPH como un agente causal, tienen mejor pronóstico y responden positivamente a un tratamiento con radioterapia y quimioterapia.

“La incidencia de tumores ocasionados por VPH está en aumento en parte porque la sociedad y los hábitos sexuales de la gente han cambiado. Diversos estudios analizan aún sin resultados definitorios si la vacuna contra este virus protege a las personas del cáncer de cabeza y cuello, pero sin duda es una opción a considerar en población (femenina y masculina) que no ha iniciado la actividad sexual”.

 

Síntomas, diagnóstico y tratamiento

Los cánceres de cabeza cuello se manifiestan clínicamente de distintas formas. Los síntomas y signos se originan tanto del tumor primario, lo que dependerá de su localización, como del compromiso ganglionar cervical. Algunos tumores se expresan tempranamente (cáncer del labio, cáncer de cuerda vocal), otros característicamente lo hacen en etapas locales avanzadas (seno piriforme, senos maxilares, supraglótico). Otros casos se expresan por el compromiso de linfonodos cervicales (cáncer nasofaríngeo, tumor primario desconocido) y no por el tumor de origen.

“Cuando aparece un aumento de volumen cervical en adultos o se establece por un período de más de dos semanas, debe hacerse un estudio diagnóstico”.

La única manifestación de un cáncer de esta región puede ser la aparición de una masa cervical. Si esta masa se presenta en adultos y jóvenes, y no desaparece en un período de dos semanas, debe consultarse a un especialista. Esto es posible de ver en cánceres de la cavidad oral, vestíbulo nasal u orofaringe donde dicha masa puede ulcerarse y sangrar, sin dolor. En sitios no visibles (laringe, hipo y nasofaringe, fosa nasal, senos paranasales, esófago cervical), los síntomas y signos derivados del tumor primario variarán según su origen. Así, pueden manifestarse por otalgia, disfonía, disfagia, dificultad respiratoria, obstrucción nasal, aflojamiento dentario.

Ante la sospecha clínica, la conducta correcta es realizar algunos procedimientos de diagnóstico: laringoscopía directa (bajo anestesia general) y biopsias del tumor si es observado. Este es un examen que permite la visualización y examen de gran parte del tracto aéreo digestivo superior.

Además, la tomografía axial computada es un elemento fundamental en el diagnóstico de esta patología y en la etapificación local, regional y a distancia. “Debe evitarse realizar como primer paso diagnóstico una biopsia abierta de la masa en el cuello sin haber pasado por las etapas previamente mencionadas. Esto puede dificultar el tratamiento posterior y significar un mal pronóstico definitivo”, recalca el Dr. Luis Marín.

El especialista indica que el tratamiento para casos precoces es la cirugía o la radioterapia. Para enfermedad avanzada se indica la combinación de cirugía más radioterapia y quimioterapia o estas últimas sin cirugía.

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