Cáncer de próstata

La próstata, ubicada debajo de la vejiga y delante del recto, es la glándula que elabora parte del líquido que conforma el semen y está unida a las vesículas seminales (productoras de la mayor parte del líquido seminal). Por ella cruza la uretra, que conduce el semen y la orina fuera del cuerpo a través del pene. El tamaño de la próstata es como el de una castaña en hombres jóvenes, pero va aumentando con la edad.

El cáncer de próstata es una enfermedad en la que células del órgano se malignizan, creciendo en forma incontrolada. Esto permite que dichas células viajen por la sangre a otros tejidos, como los huesos, donde producen daño y finalmente pueden llevar a la muerte del paciente. Generalmente son tumores de crecimiento lento.

  • Edad: Las posibilidades aumentan desde los 50 años, y la mayoría de los casos se dan después de los 65.
  • Antecedentes familiares: Tener un padre o hermano con historia de cáncer de próstata duplica el riego.
  • Obesidad y sedentarismo.
  • Raza: Es más común en hombres de raza negra.

Habitualmente, es una enfermedad asintomática. Sólo en forma tardía se pueden dar síntomas como:

  • Urgencia de orinar o pérdida involuntaria de orina.
  • Necesidad de orinar con más frecuencia, tanto de día como de noche.
  • Dolor y escozor al orinar (disuria).
  • Presencia de sangre en la orina o el semen.
  • Retardo en el inicio de la micción y disminución de la fuerza del chorro o intermitencia del mismo.
  • Goteo posmiccional.
  • Sensación de vaciamiento incompleto de la vejiga.
  • Tacto rectal: El médico introduce en el recto un dedo cubierto con un guante lubricado para palpar posibles anomalías en la forma o tamaño de la próstata.
  • Análisis de antígeno prostático específico: Se examina una muestra de sangre para determinar si la presencia del antígeno prostático específico (PSA, sustancia que produce la próstata) supera los niveles normales. A más edad y mayor volumen prostático, es posible que aparezcan niveles elevados de PSA sin estar frente a un cáncer de próstata, por lo que podrían indicarse otras pruebas.
  • Resonancia nuclear magnética: Entrega información más precisa sobre las características de la próstata, en caso de que los exámenes anteriores resulten anormales.
  • Biopsia: Utilizando un ecógrafo transrrectal y una aguja, se extrae una muestra de tejido de la próstata para examinarla al microscopio y determinar si hay presencia de células cancerosas.
  • Estadio I: El cáncer se encuentra sólo en la próstata, puede no ser palpable por el médico ni verse en imágenes, y detectarse por una biopsia con aguja indicada debido a alta concentración de antígeno prostático específico (PSA). No se ha propagado a ganglios linfáticos adyacentes.
  • Estadio II: Si bien el cáncer está más avanzado, sigue sólo en la próstata. Puede ser palpable por el médico y verse en imágenes. No se ha propagado a ganglios linfáticos adyacentes.
  • Estadio III: El cáncer puede haberse diseminado fuera de la próstata a las vesículas seminales u otros tejidos cercanos. No se ha propagado a ganglios linfáticos adyacentes.
  • Estadio IV: El cáncer se diseminó a los ganglios linfáticos adyacentes o a partes distantes del cuerpo, como ganglios o huesos.
  • Vigilancia activa: Si el cáncer es diagnosticado en una etapa muy inicial y corresponde a un tipo de cáncer poco agresivo, se puede definir que el paciente no verá afectada su calidad ni tiempo de sobrevida. Ante esto, se le somete a un seguimiento estricto para vigilar la evolución del tumor e iniciar un tratamiento sólo cuando se detecte una progresión, si es que se produce. Así se evitan los efectos adversos de un tratamiento –como problemas urinarios o disfunción eréctil- en aquellos pacientes en que la enfermedad no comprometerá su pronóstico.
  • Cirugía: Si el tumor está localizado, se realiza la extirpación de la próstata y parte de tejidos sanos que la rodean, además de las vesículas seminales. Es posible llevar a cabo una cirugía abierta o laparoscópica. Esta última puede ser asistida por un robot (Da Vinci Xi): el cirujano se sienta frente a un panel de control, desde donde maneja los brazos del robot, realizando la operación mediante pequeñas incisiones en el abdomen. Es una tecnología que permite mayor precisión en el procedimiento, y para el paciente significa menos sangrado y dolor, una hospitalización más corta y una recuperación más rápida.
  • Radioterapia: Puede administrarse radioterapia externa, interna (braquiterapia) o con radiofármacos.

Dentro de la radioterapia externa, existen distintas tecnologías:

Radioterapia de intensidad modulada: Técnica tridimensional por la que una máquina controlada computacionalmente (Synergy Agility VMAT) se mueve alrededor del paciente, dirigiendo los rayos al tumor desde distintos ángulos y ajustando la intensidad de cada haz de radiación, lo que permite administrar una alta dosis de radiación al tumor y limitar la que llega a tejidos sanos.

Radiocirugía robótica: La radioterapia es administrada por un robot (CyberKnife M6) que se adapta a los movimientos del paciente y del tumor, ya que identifica su ubicación en tiempo real en cada sesión y lo irradia sin afectar tejidos sanos alrededor. Es un tratamiento ambulatorio que, a pesar de su nombre, no implica incisión.

Tomoterapia: Se administra con un equipo que permite visualización constante del tejido blanco mediante un tomógrafo computarizado o scanner, lo que disminuye el riesgo de que el tratamiento afecte a los tejidos cercanos.

Braquiterapia: Consiste en introducir, dentro del tejido prostático, material radiactivo que permita tratar el cáncer con ondas electromagnéticas, minimizando el riesgo de dañar los tejidos circundantes.

Radiofármacos: En casos específicos de enfermedad diseminada, se aplican fármacos con alta afinidad por el tejido tumoral, a los que se les adosa material radiactivo. Esto permite la llegada del tratamiento radiante hasta el tejido tumoral por vía sanguínea.

  • Terapia hormonal: Se administran medicamentos que reducen los niveles o bloquean la acción de la testosterona, hormona necesaria para que las células del cáncer de la próstata crezcan. Otra opción es la extracción del tejido testicular, responsable de la producción de hormonas.
  • Quimioterapia: Se utiliza en cánceres que se han propagado fuera de la próstata y permite atacar el metabolismo de las células tumorales, frenando su avance.

Incidencia y mortalidad en Chile

Incidencia: En Chile se diagnostican al año más de 8.100 casos nuevos de esta enfermedad. (Fuente: International Agency for Research on Cancer, Globocan 2020)

Mortalidad: En Chile, alrededor de 3.300 hombres mueren al año por causa de esta enfermedad. (Fuente: International Agency for Research on Cancer, Globocan 2020).

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