Chequeos oportunos (primera parte): Hoja de ruta para encontrar un cáncer a tiempo

La detección precoz es fundamental en el manejo y pronóstico de la enfermedad. Este es un panorama –dividido en dos ediciones– de qué exámenes son útiles para frenar algunos tipos de cáncer, quiénes deberían realizárselos y en qué etapa de sus vidas, a fin de evitar que un problema incipiente se vuelva una patología más avanzada.

Es normal recibir la noticia de un cáncer como un balde de agua fría. La sola palabra suele impactar y producir miedo; sin embargo, muchas veces el pronóstico de la enfermedad es favorable. Normalmente ese escenario está dado por descubrirla a tiempo, cuando las opciones de tratamiento y curación son mayores. En ocasiones, el hallazgo se puede producir incluso antes de que el cáncer presente síntomas o cuando aún se encuentra en etapa de lesiones precursoras. Existen exámenes de tamizaje o screening que buscan anomalías en la población aparentemente sana, pero hay también pruebas que no están tipificadas como tal y que sería conveniente realizar en personas que reúnan determinados antecedentes: sexo, edad, historia clínica y familiar, y hábitos.

Aquí, un panorama de quiénes deberían o podrían comenzar con chequeos preventivos, cuándo hacerlos y cuáles son los exámenes que habría que efectuar para una detección precoz. Esta primera parte es predominantemente masculina: además de los tumores de próstata, aborda los de pulmón y estómago, cuya incidencia y mortalidad en Chile es mayor en hombres. También se incluye colon, que si bien se inclina levemente hacia las mujeres, presenta números bastante parejos. La próxima edición será una guía con patologías exclusiva o preferentemente femeninas.

Dr. Camilo Sandoval,

Jefe del Equipo de Urología

PRÓSTATA

Todos los hombres, sólo por el hecho de serlo y de envejecer, tienen riesgo de desarrollar un cáncer de próstata, advierte el Dr. Camilo Sandoval, jefe del Equipo de Urología del Instituto Oncológico FALP: “Son factores que no se pueden modificar. La historia familiar es importante, pero la gran mayoría de los tumores que detectamos no tienen antecedentes familiares”. Por eso, dice, tratar de encontrar un cáncer oportunamente, sabiendo que es una enfermedad lenta que se inicia a determinadas edades, resulta muy eficiente. “Es el modelo ideal para la detección precoz, porque tenemos mucho que ofrecerle a un paciente si llegamos a tiempo: un tratamiento efectivo, curación con menos secuelas y una evolución mucho más favorable. Cuando llegamos tarde, la posibilidad de tratamiento existe, pero los resultados no son tan buenos y la alteración en la calidad de vida es mucho mayor”, dice el especialista.

Qué, quién y cuándo:

El Dr. Sandoval explica que la detección precoz del cáncer de próstata se basa en un chequeo regular realizado por un urólogo entrenado, mediante dos pruebas básicamente: examen de antígeno prostático y tacto rectal, a los que podrían sumarse otros estudios de imágenes. Todos los hombres de más de 50 años deberían someterse a estos análisis, pero si existen antecedentes familiares directos de cáncer de próstata, habría que comenzar a los 45.

“Estos estudios previos no nos permiten saber si el paciente tiene cáncer, pero sí determinar quiénes tienen una probabilidad
muy alta, y en ellos enfocar el esfuerzo de realizar otros procedimientos más invasivos, como es la biospia prostática transrectal. Para eso, los pacientes deberían controlarse regularmente con su urólogo, lo que puede ser anualmente dependiendo de la edad y el riesgo, o más espaciadamente si el médico lo considera. El riesgo va aumentando año por año; por eso, no es suficiente que el paciente venga una vez al urólogo y se quede tranquilo. La recomendación es visitarlo anualmente”, recalca.

Dr. Sebastián Hoefler,

Jefe de Cirugía Digestiva

ESTÓMAGO

El cáncer de estómago es el de mayor mortalidad en Chile. El registro de Estadísticas Vitales del INE, contó 3.265 fallecimientos por esa causa en 2014.

“Cuando se presenta a temprana edad se ve más en mujeres, pero en el panorama global es más frecuente en hombres”, dice el Dr. Sebastián Hoefler, jefe de Cirugía Digestiva Oncológica de FALP.

 

Qué, quién y cuándo:

El Dr. Hoefler aclara que en Chile no existe un programa de tamizaje para el diagnóstico precoz de tumores gástricos, como hay en Japón o Corea, por ejemplo. “Creo que deberíamos ofrecerlo en Chile a partir de los 40 años a la población general”, dice. En este caso, la prueba a realizar sería una endoscopía. “El problema del cáncer gástrico es que se desarrolla rápidamente, entonces habría que hacer el examen más seguido. Uno puede ver pacientes que se hicieron endoscopía hace 2 o 3 años y no tenían nada, y ahora presentan un cáncer avanzado”, cuenta. La frecuencia, explica, dependerá de la historia del paciente: “Hay personas que, por sus antecedentes de gastritis crónica, de metaplasia, se chequean cada 6 meses o una vez al año. Si una persona es completamente asintomática, es probable que pueda realizarse la endoscopía de manera bastante más distanciada, cada 2 a 3 años”. El reflujo gastroesofágico, una patología muy común en la población, es un antecedente para considerar: “La gente que lo sufre debiera hacerse endoscopías más seguidas. Si es de larga data, los resultados de esos exámenes se usarán para determinar un programa de detección precoz de cáncer gástrico y de esófago. El reflujo produce una inflamación crónica de la mucosa del estómago alto y del esófago, que puede producir alteraciones como una metaplasia o esófago de Barrett, lo que aumenta el riesgo de tener un cáncer”.

COLON

La mayoría de los tumores de colon comienzan como pólipos, los que crecieron lentamente y luego de algunos años –5 a 10– se transformaron en cáncer. “En ese sentido, es uno de los cánceres más prevenibles, lo que pasa es que la preparación del examen para detectarlo precozmente no es muy agradable”, afirma el Dr. Sebastián Hoefler, jefe de Cirugía Digestiva Oncológica de FALP.

Qué, quién y cuándo:

“Cualquier persona mayor de 50 años debería hacerse una colonoscopía. Si el resultado es normal, la persona con relativa tranquilidad se podría hacer la próxima 5 años después. Y si hay un hallazgo, por ejemplo, de pólipos, y al extraerlos se confirma que son adenomas, debería repetirse entre 1 a 3 años después. Así, si algún pólipo pasó inadvertido, porque eso puede pasar con el 5% aproximadamente, entonces se le puede detectar todavía en forma oportuna en una segunda colonoscopía”, comenta el Dr. Hoefler. Diferente es la recomendación para las personas que han tenido familiares con cáncer de colon: en ese caso, la edad inicial para el examen debe ser a los 40 años. Y si ese familiar con cáncer enfermó joven, sus parientes directos deberían realizarse el examen 10 años antes de la edad en que apareció ese tumor. “Cuando un paciente joven tuvo un cáncer, se le debería hacer un estudio genético y, si tiene un gen defectuoso, se les debería realizar a sus familiares directos: papá, mamá, hijos, hermanos. Hay síndromes genéticos que representan un riesgo mayor que otros, depende de eso la edad de la primera colonoscopía, que podría incluso ser a los 15 o 20 años”.

Dr. Jorge Salguero,

Jefe del Equipo de Cirugía de Tórax

PULMÓN

El 90% de los casos de cáncer de pulmón se debe al hábito tabáquico. En ese sentido, es mucho más evitable que otros cánceres y ahí la prevención juega el papel fundamental. “El mejor método es no fumar ni exponerse al humo del tabaco”, enfatiza el Dr. Jorge Salguero, jefe del Equipo de Cirugía de Tórax del Instituto Oncológico FALP.

Esta enfermedad aparece generalmente entre los 55 y 70 años y es más frecuente en hombres, si bien en los últimos años se ha registrado un aumento entre las mujeres. Es la segunda causa de muerte por cáncer en Chile: 3.050 personas en 2014, según cifras del INE.

Qué, quién y cuándo:

En general, el hallazgo de un cáncer de pulmón en etapa temprana se produce por casualidad: al paciente se le indica una radiografía de tórax por otro problema, en ella aparece un nódulo y éste se estudia. Sin embargo, una persona mayor de 40 o 45 años con hábito tabáquico importante, antecedentes familiares de cáncer de pulmón o que ha fumado por más de 15 años, podría someterse a un chequeo anual.

El Dr. Salguero detalla que “los exámenes que se realizan en pacientes fumadores son la radiografía de tórax, la citología de esputo y la tomografía computarizada de tórax de dosis bajas, que es sin contraste”. Esta última es capaz de detectar lesiones muy pequeñas, que pueden ser precursoras de un cáncer de pulmón. Su posterior estudio podría demostrar cánceres cuando están comenzando a crecer.

 

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